La voz compasiva de la astrología moderna
A finales del siglo XX, cuando la astrología experimentaba una profunda transformación, pasando de la predicción a la autoconciencia, Howard Sasportas (1948–1992) surgió como uno de sus maestros más queridos y perspicaces.
Una comunicadora excepcional, terapeuta formada en psicología junguiana y cofundadora de la Centro de Astrología Psicológica (CPA) en Londres junto a Liz GreeneSasportas ayudó a hacer posible la astrología accesible, humana y psicológicamente viva.
Él creía que la carta natal no es una sentencia del destino, sino una mapa de posibilidadesUna guía para comprender el potencial, los miedos y el propósito de cada persona. Con calidez, humor y una profunda perspicacia, contribuyó a que la astrología trascendiera la abstracción y se integrara en la experiencia vivida del crecimiento humano.
Primera infancia y educación
Howard Sasportas nació en Estados Unidos y se educó en Universidad de Tufts en Massachusetts, donde estudió psicología. A los veinte años, se mudó a Inglaterra, donde profundizó en el estudio de la astrología y finalmente se formó en astrología. psicoterapia humanista y junguiana.
Su formación tanto en psicología como en metafísica moldeó su enfoque integrador: la astrología, para Sasportas, era una lenguaje psicológico del significado—un puente entre el mundo interior de las emociones y los patrones exteriores de la vida.
Rápidamente se convirtió en una de las figuras más destacadas de movimiento de astrología humanista, inspirado por Dane Rudhyar visión del gráfico como un mandala de conciencia.
El Centro de Astrología Psicológica
En 1983, Sasportas y Liz Greene cofundó el Centro de Astrología Psicológica (CPA) en Londres, que se convirtió en la institución más respetada del mundo para el estudio de astrología junguiana y humanista.
En la CPA, Sasportas era el corazón del intelecto de Greene: el profesor que traducía conceptos psicológicos profundos a un lenguaje claro y compasivo.
Mientras que Greene exploraba el mito y el arquetipo, Sasportas fundamentó esas ideas en experiencia humana práctica, ayudando a estudiantes y clientes a aplicar la astrología a desafíos emocionales y de desarrollo reales.
Su estilo de enseñanza combinaba el rigor intelectual con la empatía y el humor; los estudiantes a menudo lo describían como un terapeuta del alma quienes convirtieron la astrología en una herramienta de sanación, no de juicio.
Las Casas: Los Campos de la Experiencia
La contribución más influyente de Sasportas se produjo a través de sus escritos, en particular Las Doce Casas: Comprender las Áreas Principales de la Vida a Través de la Carta Natal (1985).
En esta obra clásica, exploró cada casa astrológica no como un dominio fijo del destino, sino como un paisaje psicológico—un campo en el que se desarrolla la historia de vida del individuo.
Reinterpretó las casas en términos profundamente humanos:
Primera Casa — Identidad y autoexpresión.
Cuarta Casa — Familia, raíces y seguridad emocional.
Séptima Casa — La relación como espejo del autodesarrollo.
Casa 10 — Propósito, vocación y la búsqueda de sentido.
Al enfatizar la experiencia interna sobre los eventos externos, Sasportas redefinió el horóscopo como un mapa de la conciencia en movimiento.
Su libro en colaboración con Liz Greene, Los Luminarios: La psicología del Sol y la Luna en el horóscopo (1992), profundizó en esta visión, uniendo el simbolismo mítico con la inteligencia emocional.
El astrólogo como sanador
Sasportas enseñó que la astrología debe ser terapéutico, no es prescriptivo.
Según él, el papel del astrólogo no es decirle al cliente lo que sucederá, sino... ayudarles a comprender lo que está sucediendo dentro de.
Consideraba la astrología como una forma de consejería espiritual, capaz de revelar cómo los patrones inconscientes dan forma a las relaciones, el trabajo y la creatividad.
Esta perspectiva compasiva ayudó a redefinir la ética de la astrología moderna: empatía, no autoridad; exploración, no predicción.
Él solía decir, “El gráfico no te define, describe tus posibilidades.”
Afrontar la mortalidad con gracia
En los últimos años de su vida, Sasportas afrontó la enfermedad con una valentía e introspección admirables. Su profunda espiritualidad y perspicacia psicológica le permitieron transformar su propio sufrimiento en sabiduría, un ejemplo vivo de la astrología que enseñaba.
Quienes lo conocieron recuerdan su humor, su gentileza y su bondad inquebrantable, cualidades que hicieron que su enseñanza no solo fuera intelectualmente brillante, sino también sanación emocional.
Aun cuando su salud empeoró, continuó enseñando, escribiendo y aconsejando, encarnando el principio de que El autoconocimiento es el camino del alma hacia la libertad.
Legado: El rostro humano de la astrología
El legado de Howard Sasportas perdura a través de sus escritos, sus alumnos y la continua influencia de la CPA.
Él le dio a la astrología un voz humana—una que habla del dolor, del potencial y del poder de la conciencia.
En una época en la que la astrología corría el riesgo de volverse abstracta o elitista, Sasportas la fundamentó en la compasión y la psicología, recordando a todos que el propósito de la astrología no es escapar de los desafíos de la vida, sino... vívelas conscientemente.
Gracias a él, el gráfico se convirtió en un espejo de empatía: una forma de comprender a los demás y a nosotros mismos con mayor profundidad y elegancia.
El Maestro de la Luz Interior
Howard Sasportas ayudó a una generación a redescubrir el propósito de la astrología: no la predicción, sino la participación; no el control, sino la consciencia.
Nos recordó que bajo cada constelación planetaria late el pulso del corazón humano, y que al estudiar las estrellas aprendemos a vernos a nosotros mismos con mayor claridad.



